El Vaticano reivindica como héroe al religioso al que el ELN secuestró y fusiló el 2 de octubre de 1989
Ambos religiosos murieron a manos de grupos de izquierda, unos enardecidos por el 9 de abril y otros por el supuesto sentido religioso de una guerrilla colombiana. Su beatificación abre la puerta a la vieja contradicción entre el materialismo de Marx y la religión católica.
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Con la beatificación del Padre Pedro María Ramírez y del obispo Jesús Emilio Jaramillo, el Vaticano reivindica como héroes, al religioso al que el ELN secuestró y fusiló el 2 de octubre de 1989 y al que la tuba linchó en Armero, luego del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948.
Jaime Caicedo, actual secretario del Partido Comunista, sostiene que en la revuelta hubo mucho más que comunistas. El sector religioso, que promovió las dos beatificaciones, sostiene que en su esencia el pensamiento comunista es el que ha inspirado el martirologio de éstos y otros religiosos.
Menos comprensible es aún la muerte de Monseñor Jaramillo, a quien el ELN despojó de sus distintivos de jerarca religioso y fusiló con siete tiros de fusil y arrojó su cuerpo a la hojarasca.
Como el ELN está en diálogos de paz en Ecuador se espera de sus comisiones un pronunciamiento al respecto.