Habla guerrillero cuya familia, incluidos menores de edad, querían eliminar las Águilas Negras
Noticias Uno pudo llegar a una de las zonas veredales de Antioquia en donde se encuentra el guerrillero cuya familia fue víctima del ataque del presunto grupo paramilitar Águilas Negras.
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El pasado lunes 24 de abril, dos hombres armados con fusiles llegaron al barrio María Gaín de Tarazá, Antioquia, y asesinaron a un hombre de 33 años, a una joven de 20 y a una niña de 14.
Las víctimas eran la hermana, la sobrina y el cuñado de Guillermo León Osorio, un guerrillero de las Farc concentrado en la zona veredal de El Carrizal, Antioquia, en donde se encuentran quienes se acogieron al proceso de paz. Carlos Guevara dice que los asesinos fueron a buscar al resto de su familia: “A la 1:30 procedieron a la casa de mi mamá donde estaba con mis dos hermanitos, tres sobrinos a asesinarlos, pero no pudieron entrar porque no pudieron tumbar la puerta de la casa”.
El ingreso de Noticias Uno a la zona veredal El Carrizal fue el primero de un medio de comunicación después de que las Naciones Unidas asumiera el control de esas zonas.
El guerrillero víctima, asegura que los asesinos de sus parientes se presentaron como miembros de las Autodefensas Gaitanistas.
Pedro Trujillo, antes conocido como Alberto Cancharina, jefe del Bloque Magdalena Medio de las Farc, afirma que paramilitares están ocupando las zonas que la guerrilla abandonó, y que se pasean tranquilos por varios pueblos.
Dice que en su lugar de concentración, se sienten desprotegidos y temen que ataquen al resto de sus familias. “Estar uno aquí y saber que ahí a 4 kilómetros hay un grupo paramilitar amenazándole a su familia y hasta matándosela, pues siempre extraña uno esos tiempos en que cuando se iban arrimando al sitio donde iban a hacer la masacre, ya tenían que encontrarse con uno. Entonces siempre se siente impotente”, afirma Trujillo.
A pesar del temor, estos hombres aseguran que no volverán a las armas y que lo único que quieren es continuar su proceso de paz.
Amenazas similares a las recibidas por las tres víctimas antes de su asesinato, han llegado a la familia de Wilson Tapias, otro guerrillero concentrado en la misma zona veredal del Carrizal.