La desgarradora historia de Gabriel, niño latino asesinado por su madre y padrastro que llevó a Netflix a sacar una serie

Advertimos que la nota tiene crudos relatos que pueden herir la sensibilidad del lector y revelan datos de la serie.

Con tan solo 8 años, Gabriel Fernández, niño de origen latino quien vivía en Estados Unidos, conoció el lado más macabro del ser humano. Su propia madre y padrastro lo asesinaron de la manera más cruel.

Gabriel nació con el deseo de su madre de no tenerlo. El día en que llegó al mundo, su madre lo dejó abandonado en el hospital y fueron sus abuelos los que lo recogieron y criaron hasta los 8 años.

Un día, motivada por el deseo de obtener prestaciones sociales del estado por su hijo, la madre biológica del niño decidió llevárselo para su casa y criarlo junto a sus otros dos hijos, llamados Ezequiel y Virginia.

El pequeño entró a una nueva escuela, donde conoció a la profesora García, quien fue la primera persona en detectar los terribles maltratos a los que era sometido su alumno. Ella decidió contactar a las autoridades para denunciar la situación de abuso infantil en la que era sometido el niño.

Fue así como las autoridades hicieron la primera visita a la casa, pero decidieron creerle a la pareja, quienes negaron los maltratos.

Día a día los maltratos eran peores, labios hinchados, sin mechones de pelo, lesiones causadas por disparos de una pistola de aire comprimido, morados en su cara. Por todo esto, la profesora insistió a las autoridades en que debían ayudar a Gabriel, algunos familiares del menor se unieron al pedido pero fue en vano.

El asesinato

Tan solo 8 meses llevaba el niño viviendo con su madre y padrastro cuando lo asesinaron. Una terrible paliza, que le partió sus costillas, golpes en la cabeza, piel quemada y manos hinchadas, lo llevaron a la muerte.

El forense que realizó la autopsia relató que Gabriel tenía en el estómago arenilla mezclada con excremento de gato. Esto lo confirmaron sus hermanos menores, quienes testificaron que sus padres lo obligaban a comer heces de animal cuando no limpiaba bien.

A su vez, revelaron que lo encerraban en un mueble que tenían en su habitación, sin darle comida ni dejarlo ir al baño y que el padrastro lo golpeaba y le gritaba que era gay.

Las condenas

Durante el juicio lo abogados de Isauro Aguirre, padrastro, alegaron que la muerte se dio debido a una ataque de ira momentáneo, nada premeditado. Pero el juez no le creyó y lo condenó a pena de muerte. Actualmente espera su ejecución en el penal de San Quintín, en California.

Al conocer la suerte de su novio, la madre, Pearl Fernández, reconoció su culpabilidad con lo que evitó una pena de muerte y fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

La serie

Al conocerse la triste historia, Netflix decidió sacar una serie de 6 capitulos que cuenta los detalles del macabro crimen.  Llamada The Trials of Gabriel Fernández (“Los juicios de Gabriel Fernández” o “Justicia para el pequeño Gabriel” en América Latina), contiene los relatos de la profesora del niño y otros de personas que fueron testigos de aquel triste 22 de mayo de 2013, día en que Los Ángeles, EEUU se vistió de luto por el terrible asesinato de un ser inocente a manos de su propia madre.