La “repugnante” demostración nazi que apareció en la calle 94 de Bogotá

En un inusual acto de antisemitismo para Bogotá, fue vandalizada la escultura en homenaje al Estado de Israel, y que le da su nombre a la Calle 94, una de las vías más exclusivas del norte de Bogotá y en cuyos alrededores se encuenta la sinagoga ortodoxa Adat Israel.

Se trata de un grafiti que tacha la palabra Israel y más abajo añade una cruz esvástica, uno de las señas inequívocas de nazismo y un insulto para la comunidad judía, a quien se le erigió este monumento como homenaje. Se trata de un pedestal y una representación de Menorá, y su forma de candelabro, uno de los símbolos más importantes y reconocidos del judaísmo. 

A través de su cuenta de Twitter, Christian Cantor, embajador de Israel en Colombia, rechazó públicamente el insulto que calificó como “violencia repugnante”. Sin embargo, reconoció que este tipo de manifestaciones son aisladas en “un país tan querido como Colombia”.

Rechazamos la vandalización del monumento en la Av. del Estado de #Israel en #Bogotá
Este tipo de repugnante violencia y odio contra nuestro pueblo no tiene lugar en un país tan querido como #Colombia.
Reafirmamos nuestro compromiso en la lucha firme contra el #antisemitismo pic.twitter.com/ixDkEHV264

— Christian Cantor (@ChrisMCantor) November 1, 2019

Aunque la comunidad judía en Bogotá es menor a la de otras capitales de América como en Buenos Aires o Ciudad de México, en Colombia comparten espacio las distintas corrientes del judaísmo. Solo en la capital, además de una buena oferta de restaurantes kosher, se encuentran sinagogas ortodoxas, conservadoras y la Diáspora Yeshiva.

Se estima que en la ciudad más de 5.000 judíos integran esta comunidad desde hace más de un siglo, razón por la que este hecho causa extrañeza en una capital que, más allá de algunos pequeños reductos de entusiastas con la ideología nazi, que salieron a la luz hace casi una década, no está habituada a demostraciones de antisemitismo como esta. 

En una entrevista concedida este mismo año, el gran rabino de Bogotá, Alfredo Goldschmidt, dijo sobre el tema: “Creo que no hay un arraigo popular para el antisemitismo en Colombia, pero no hay que descartar que alguna fuerza extranjera pueda despertar ese virus tan peligroso y que los judíos estemos totalmente protegidos y ajenos a ningún peligro”.