Angustia entre campesinos por delimitación del Páramo de Pisba
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Más de 100.000 hectáreas en el corazón de Boyacá cubren lo que hoy se conoce como el Páramo de Pisba, uno de los 37 complejos colombianos que representan el 50% de los páramos del mundo y el mismo en el que decenas de soldados murieron congelados hace 200 años en la campaña libertadora.
Hoy en día es el escenario productivo de más de 6000 campesinos, quienes desde ya se han declarado afectados por una promesa que los trasnocha.
Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente, indicó que “no hay duda de que vamos a dejar el páramo protegido. Tenemos algunos mecanismos que vamos a aplicar antes de terminar el Gobierno”.
Para protegerlo, se establecer los límites de este ecosistema, un proyecto que ya habría ejecutado el gobierno, si no fuera por este fallo de tutela que le ordenó concertar primero con aquellos que dicen ser los guardianes legítimos de la zona.
Marco Celedonio Abril, un agricultor de la región dijo que están “soberbios en ese sentido porque no sabemos por qué el Gobierno nos va a despojar de nuestra parcela”.
La nueva delimitación del Páramo de Pisba, compromete siete municipios boyacenses que históricamente han vivido de la minería, la agricultura y la ganadería.
La línea iría desde el municipio de Chita, pasando por Socotá y Socha, hasta llegar a Mongua, una zona con más de 45.000 campesinos.
Lo cierto es que el páramo será delimitado en menos de dos semanas, mientras la incertidumbre sigue rondando por los hogares de estas familias boyacenses.
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