Por el cotejo de una huella se logró resolver el homicidio de profesor enterrado en su concina en Cajicá
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Con el cotejo de una huella de una bota se logró abrir paso en la investigación por la muerte del profesor de ballet Gamaliel Álvarez, quien fue asesinado y enterrado en la cocina de su propia casa en Cajicá.
La pisada era de Orlando Alberto Rojas, quien era inquilino del profesor y pretendía quedarse con los bienes de Álvarez. Pero para ello ideó un elaborado plan que fue descubierto por la Fiscalía.
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“¿Cuál es el proceder? Enterrar a Gamaliel en una bóveda que obviamente necesita el conocimiento y la experticia como la tenía el señor Orlando, en los oficios varios a los que él se dedicaba que principalmente eran de constructor”, explicó Luisa Obando directora de Seguridad Territorial de la Fiscalía, quien agregó que el homicida se convirtió en amigo de la víctima.
El hombre pagará una condena de 24 años de cárcel, luego de que tuviera que aceptar su responsabilidad, tras las pruebas que recopiló la Fiscalía que lo vinculan con el macabro homicidio.
Entre otras evidencias, la Fiscalía descubrió que el homicida estaba utilizando el chat del teléfono de la víctima y sus cuentas bancarias.
