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Innovación para la vida

¿Cómo encontrar tu propósito?

Aricelis Martínez
Estratega BusinessLab

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En mi columna pasada hablábamos de la importancia de conocernos a nosotros mismos, si no la has leído te hago la invitación a que lo hagas porque ese es el primer paso para descubrir cuál es nuestro propósito en la vida. Si lo vemos en términos prácticos, el «conócete a ti mismo» es el «¿qué?», y el propósito es el «¿para qué?». Sin «¿qué?», no hay «¿para qué?».

 A la hora de hablar del propósito, lo más importante es que no debes complicarte con un significado profundo de espiritualidad. Trata de llevarlo a un plano mucho más funcional y haz sencillo el hallazgo. ¿Sabes por qué? Efectivamente, encontrar el propósito hace más fácil la vida, hace que tengamos una capacidad de adaptación superior, aumenta nuestra resiliencia, engrandece nuestra existencia, y sí, amplía nuestro deseo de vivir en un mundo que de lejos se nota que no es perfecto, y que a veces se vuelve muy pesado para muchas personas. Pero no busques en el mundo de los espíritus, de los chakras o de la energía en la que tengas tu fe, es muchísimo más sencillo.

Lo que somos, se va transformando a medida que vivimos, pero la esencia de nuestro propósito siempre es la misma.

Escribir sobre el propósito no es fácil, y menos cuando llegan las preguntas que son difíciles de contestar. Los cuestionamientos que más me hacen en los talleres son: ¿Qué es y cómo sé que lo he encontrado? Después de varios años tratando de contestar esas preguntas, entendí algunas cosas que te voy a compartir.

He interactuado con muchas personas que ya encontraron su propósito, que viven de él y para él. Todas tienen algo en común: no trabajan para ellas, lo hacen para los demás. Y no me refiero a ser empleados.

Lo que estás buscando es eso que sabes hacer muy bien, algo en lo que te destacas y que pones al servicio de los demás. Luego de decir esto, siempre llegan otras dudas: ¿el propósito es siempre trabajo social? ¿No me pagan? Cuando vives tu propósito, la recompensa viene atada a él; la motivación por la remuneración viene impulsada por aquellos que están recibiendo algo de nosotros y que reconocen el alto valor que tiene. Pero cuidado, no siempre es remunerado económicamente —aunque el dinero sí es parte de la ecuación, todavía no salgas corriendo—, la mayor recompensa viene de forma intangible: admiración, reconocimiento, respeto, etc. Es por esto que muchas veces aceptar nuestro propósito es difícil, nos cuesta porque no siempre estamos convencidos de querer hacerlo y caemos en contradicciones constantes. ¿Saben por qué? Porque a lo mejor queremos encontrarlo desesperadamente, pero solo para suplir nuestras necesidades básicas.

Toma atenta nota de lo siguiente que te voy a decir.

 El propósito de nuestro propósito no es suplir necesidades básicas. Él sirve a un fin mayor y es ayudarte a evolucionar como persona y hacerte mejor a través de los demás.

Lo que sí te garantizo es que una vez empiezas a disfrutar de la plenitud que da el sentir que eres útil en el universo —o al menos en tu entorno más cercano—, y que estás aquí cumpliendo un rol superior, todas tus necesidades básicas estarán cubiertas —aunque no debe ser esa tu motivación inicial—.

Entonces, ¿Cómo sé que lo he encontrado?, busca a las personas que te conocen, que trabajan contigo, que conviven contigo, y pregúntales: ¿Qué crees que hago bien? ¿Cuáles crees que son mis principales habilidades?

Una forma de hallarlo es prestar especial atención cuando las personas que nos conocen nos animan a hacer una cosa muy concreta en repetidas ocasiones, o nos buscan para algo en particular.

Si quieres encontrar tu propósito, tienes que escuchar atentamente lo que otros te están pidiendo, lo que ven en ti y lo que admiran de ti; cuando lo tengas identificado, entonces ponte a trabajar en el «¿cómo?», «¿cuándo?», y «¿dónde?».

Yo, por ejemplo, decidí escribir este libro porque una parte de las personas que me conocen —mundo empresarial—, consideran que domino muy bien el Design Thinking y las herramientas de innovación, y otro grupo siente que yo los animo a ser mejores y a conseguir sus objetivos a través de las herramientas y talleres que hago basados en mis conocimientos de modelos de negocio. Gracias a la suma de estos dos, descubrí mi propósito.

*Las opiniones expresadas en las columnas son responsabilidad exclusiva de los autores, y no representan el punto de vista ni la posición del Canal 1.

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