¿El matrimonio perfecto? Así es como los empresarios financian partidos políticos en Colombia
Los informes de ingresos que presentaron los partidos al Consejo Nacional Electoral en 2022, evidencian los aportes a campañas electorales que realizaron la Organización Ardila Lülle (OAL) y la familia Santo Domingo, dos de los grupos empresariales más importantes de Colombia.
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Este martes La Silla Vacía publicó un interesante artículo en el que evidencian los aportes a campañas electorales que realizaron la Organización Ardila Lülle (OAL) y la familia Santo Domingo, dos de los grupos empresariales más importantes de Colombia.
Resulta que entre los dos grupos llegaron a aportar cerca de 23.000 millones de pesos. De hecho, en las elecciones presidenciales y legislativas de 2022 donaron a 13 partidos políticos más de 17.000 y 6.000 millones, respectivamente.
Las cifras mencionadas fueron sacadas de los informes de ingresos que presentaron los partidos al Consejo Nacional Electoral, como lo dicta la ley. Cabe recordar que las empresas pueden donar a campañas políticas, la única restricción es que una misma empresa aporte más del 10 % del total a un solo partido, algo que es criticado pues al tener varias empresas, dicha norma sería fácil de evadir.
En este informe, se evidencia que la Organización Ardila Lülle fue la que más realizó donaciones privadas a partidos políticos, a través de Postobón (su filial, Gaseosas Lux) y por intermedio de ingenios Providencia, Risaralda e Incauca.
Mientras tanto, el grupo Santo Domingo realizó sus donaciones, las cuales llegaron a los 11.000 millones, a través de Valorem y Bavaria.
Otro de los interesantes hallazgos es que estas millonarias cifras del sector privado en Colombia se concentraron en partidos tradicionales, de centro o derecha. Y ninguno realizó aportes al Pacto Histórico.
Es importante mencionar que antes de su fallecimiento en 2021, Carlos Ardila Lülle ostentaba la posición de ser el sexto individuo más acaudalado en Colombia, según la prestigiosa revista Forbes. En la actualidad, sus herederos se componen de cuatro descendientes, siendo los más notables en la estructura organizativa Antonio José Ardila, quien ejerció como embajador de Colombia en el Reino Unido durante el Gobierno de Iván Duque, y Carlos Julio Ardila, quien se desempeña como presidente de la Organización Ardila Lülle.
La riqueza de Carlos Ardila Lülle se encuentra diversificada en una serie de empresas, como RCN Radio y RCN Televisión. También tiene intereses en el sector de bebidas, incluyendo a Postobón, Gaseosas Lux, y la Central Cervecera de Colombia. Además, está involucrado en la industria azucarera, con participaciones en ingenios como Providencia, Risaralda e Incauca. Asimismo, posee intereses en el ámbito automotriz a través de la concesionaria Los Coches, y en el mundo deportivo a través del equipo Atlético Nacional.
En el ámbito político, la Organización Ardila Lülle es conocida por su generosidad y apoyo financiero a distintos partidos políticos en Colombia. Sus dos partidos preferidos son La U y el Partido Liberal, a los cuales han destinado más de 4.000 millones de pesos. Luego, en un segundo nivel de apoyo, se encuentran el Partido Conservador y el Centro Democrático, con más de 2.000 millones de pesos. También, han brindado apoyo a diversos partidos de oposición y alianzas políticas, como Cambio Radical, Salvación Nacional y algunos vinculados a la coalición del Gobierno Petro, como el Partido Verde.
Por otro lado, el grupo empresarial Santo Domingo, fundado por el fallecido Julio Mario Santo Domingo y su esposa Beatrice Dávila de Santo Domingo, tiene un papel destacado en la escena económica colombiana. Beatrice Dávila de Santo Domingo es actualmente la mujer más rica de Colombia y ocupa el tercer lugar en la lista de los más acaudalados del país, según la Revista Forbes. La dirección de este conglomerado empresarial ha pasado a manos de su hijo, Alejandro Santo Domingo, quien en 2023 se posiciona como el quinto hombre más rico del país, aunque reside fuera de Colombia.
Alejandro Santo Domingo continúa liderando la junta directiva de Valorem, el holding familiar que alberga diversos negocios en medios de comunicación (como El Espectador, Cromos, Caracol Televisión y Cine Colombia), logística (con Ditransa), comercio (con las tiendas D1), energía (Gases del Caribe), turismo (a través de la inmobiliaria San Francisco, que desarrolla un megahotel en Cartagena junto con la cadena Four Seasons), y Refocosta, una empresa enfocada en proyectos de reforestación para compensar la huella ambiental de otras compañías. Además, Alejandro Santo Domingo está al frente de las inversiones familiares en la inmobiliaria Terranum, propietaria de la cadena de hoteles Decameron.
Cabe destacar que la familia Santo Domingo conserva una participación del 13 % en la empresa de licores Bavaria tras su fusión con la multinacional cervecera SABMiller. Posteriormente, en 2016, esta empresa fue adquirida por AB InBev, donde Alejandro Santo Domingo ocupa un asiento en la junta directiva, además de presidir la de Bavaria.
Por su parte, para 2022, Luis Carlos Sarmiento, quien ostenta el título del hombre más rico del país, donó más de 11.000 millones de pesos a partidos políticos que hoy se encuentran en el Congreso. De hecho, llegó a donar casi el doble de lo que hizo en las elecciones de 2018.
Sarmiento, al igual que los otros dos grupos empresariales mencionados, realizó donaciones a través de Adminegocios y el Grupo Aval, este último multado recientemente por el Gobierno de Estados Unidos a pagar una millonaria cifra por todo el escándalo de corrupción de Odebrecht.
Sin embargo, hay una particularidad en sus aportes, y es que también lo hizo por fuera de campaña, es decir, sin ningún tope y bajo la autorización de la ley de que personas naturales o jurídicas, a través del trámite de documentos oficiales, en los cuales el aportante específica si el dinero aportado es para el funcionamiento del partido, para financiar las campañas del mismo o para una en particular.
Este tipo de donaciones, que son permitidas por la ley, generan gran suspicacia entre la ciudadanía pues realmente no se puede tener un control del dinero que ingresa a las campañas y se crea una especie de desventaja electoral entre los partidos que cuentan con el apoyo de estos gigantes de la economía local y los que no.
Recordemos que estos grandes grupos económicos cuentan con varios intereses, por ejemplo, el de Sarmiento controla un tercio de la banca privada en el país, con el Banco de Bogotá, el de Occidente, Corficolombiana, entre otros. Además, cuenta con el control de Porvenir, el fondo de pensiones privado más grande de Colombia, de hecho, este fondo cuenta con 13 millones de afiliados, de los 19 millones que tienen los fondos de pensiones en total.
En lo que respecta al ámbito político, al igual que la Organización Ardila Lülle, los Santo Domingo han contribuido económicamente a una amplia gama de partidos políticos en Colombia. Sin embargo, a diferencia de la OAL, los Santo Domingo han destinado su mayor aporte al partido Alianza Verde, con una suma significativa de 1.340 millones de pesos. Les siguen el Partido Liberal, con 1.240 millones, y el Partido Conservador, con 1.130 millones. Se puede observar que, en contraste con la OAL, los Santo Domingo muestran una inclinación hacia la centro-izquierda en sus donaciones, brindando apoyo a varios partidos de la coalición de centro, como Verde Oxígeno, el Nuevo Liberalismo y Colombia Renaciente.
En el ámbito político, los tres principales grupos empresariales de Colombia ejercen una influencia significativa en las finanzas de varios partidos políticos. La OAL, los Santo Domingo y Sarmiento Angulo, en particular, aportan más de la mitad del total de ingresos provenientes de fuentes privadas a partidos como La U, el Partido Liberal, el Partido Conservador, la Alianza Verde y el Centro Democrático. Estas contribuciones durante las elecciones se utilizan para financiar gastos operativos, respaldar a candidatos y llevar a cabo campañas publicitarias por fuera de los periodos de elección.
Específicamente, el Partido Liberal es el que recibe la mayor proporción de sus ingresos de los grupos empresariales, representando el 75 % de sus recursos provenientes de fuentes privadas. Le siguen los Partidos Conservador y Centro Democrático, ambos con un 70 % de financiamiento proveniente de estos grupos. Los partidos Alianza Verde, Cambio Radical y La U reciben entre el 56 % y el 60 % de sus ingresos de estas fuentes.
Estos partidos mencionados cuentan con un total de 193 congresistas, de un total de 294 en el Congreso actual. Por lo tanto, su influencia y votos son cruciales en la aprobación de reformas legislativas relacionadas con temas como la salud, las pensiones y el trabajo, que tienen un impacto directo en los intereses de los financiadores privados.
