Colombianos en Chile se están muriendo por intoxicación
Un grupo periodistas chilenos encontró en su país a otro de refugiados de Buenaventura, Colombia. Ellos huyeron del plomo que se disparaba en su vecindario, pero se asentaron en un basurero de metales pesados que ahora los mata por intoxicación. Qué Tal Esto.
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En el puerto marítimo de Buenaventura no volvieron a ver a más de 1300 familias porque huyeron por la violencia.
Al menos 100 de ellas, escapando de sicarios y otros delincuentes, decidieron irse lejos. Recorrieron 3944 kilómetros desde el Valle del Cauca hasta el puerto de Arica en Chile. Prefirieron probar suerte en una tierra desconocida.
Creyeron que habían escapado de las agresiones, sin embargo sintieron otra vez el asedio. Esta vez de policías. La productora de televisión chilena Ruta35, entrevistó a un grupo de bonaverenses que quiso sobrevivir en Chile.
Pero ya estando en Arica se convencieron que fue mejor dejar su tierra por miedo al plomo. Pero siguieron siendo víctimas del “plomo”, porque sin que alguien les advirtiera, se instalaron sobre 20 mil toneladas de desechos tóxicos cargados de arsénico, zinc, cobre y plomo.
No sabían que entre los años 1984 y 85, la empresa minera sueca Boliden acordó con la firma chilena Promel enviar a Arica 20 mil toneladas de barros con contenidos minerales que iban a ser tratados, pero Promel no los trató y quedaron abandonados causando, en niños, problemas de crecimiento, anemia, convulsiones y daños en el sistema nervioso; y en adultos estrés, desórdenes en el sistema circulatorio y fallas de memoria.
Según la productora de televisión Ruta35, en Cerro Chuño, Los Industriales, Villa Los Laureles y Villa El Solar donde fueron abandonados los barros contaminados, hay invasión de ratas y de enfermedades que amenazan a las que todavía siguen sanas de las 12600 personas que sobreviven, porque al menos mil, han padecido cáncer de piel, leucemia y abortos espontáneos en jóvenes embarazadas.
En 2007, la Corte Suprema de Chile le ordenó al Estado indemnizar a 374 residentes de Cerro Chuño; en 2009 la presidenta Michelle Bachelet ordenó reubicar 1800 familias; y en 2013, 700 chilenos demandaron ante un tribunal europeo a la firma sueca Boliden. Hasta el momento, el Gobierno ha intentado recuperar hasta con auxilios escolares, a los chilenos afectados, sin embargo, en el censo de víctimas no están registrados muchos de los colombianos a quienes el plomo no los deja de perseguir.