Deuda eterna

El caso empezó en 1996, cuando la entonces Empresa de Energía de Bogotá le notificó al señor Oliver Velásquez que tenía una deuda de 25 millones de pesos por concepto del daño del transformador de la cuadra y de un presunto hurto de energía que se había realizado en el predio de su empresa en Soacha.

“Tenía que consignar una cuota inicial porque el servicio me lo habían cortado; yo fui y consigné eso en Venecia y me instalaron nuevamente la luz. El convenio era que quedaba pagando $1.300.000 mensuales”.

Don Oliver pagó 12 cuotas y asumió la deuda para el funcionamiento de la maquinaria de su empresa, que distribuye discos para el sistema de frenos de camiones. No obstante, un año después, recibió una nueva notificación por parte de la empresa de energía: “Me llegó otra multa por 35 millones”.

Sorprendido por la decisión de la empresa de energía y con una multa por 60 millones de pesos, Velásquez contrató a un abogado para entender el motivo por el cual tenía que cancelar ese valor.

“Le llegó una nueva sanción, ¿con base en qué? En un medidor trasladado de un inmueble del barrio Quiroga, un contratista de Codensa se lo colocó en el inmueble y desde ahí empezó la nueva lucha contra Codensa. No ha sido posible que ellos, a pesar de que reconocen que el medidor es de otro inmueble, no han querido enderezar la situación”.

“La primer sanción es sobre el medidor, sobre lo que dejó de consumir, y la siguiente es de recuperación de energía sobre los meses que se dejó de facturar”.

Por su parte, Codensa le dijo a Noticias Uno que la deuda consiste por consumos no registrados y reconexión ilegal del servicio y que el valor total es de 82 millones de pesos.  “Hasta tanto no se cancelen las sumas adeudadas, no se puede proceder a reconectar el servicio”. Según Velásquez, Codensa también lo está obligando a pagar los intereses de los honorarios de los abogados del caso que tienen un valor de 19 millones de pesos. Es decir que en total, el industrial tiene que pagar más de 100 millones de pesos.

“Ellos nunca han querido conciliar ni han querido hacer nada; únicamente, que pague, pague y pague”.

Y don Oliver Velásquez quiere pagar, pero la propuesta que le hizo a Codensa no ha sido aceptada. “Que queremos financiar, que estamos dispuestos a pagar fuimos a la Procuraduría a conciliar, la posición de la empresa es: con usted no conciliamos, le mandé un derecho de petición al gerente general ofreciendo 30 millones de pesos no me han contestado”.

Pero la empresa dice que el usuario ha tenido todas las garantías en el proceso. “La Empresa ha estado siempre en la mejor disposición de negociar y ha creído en la buena fe del cliente, pero ante el incumplimiento de los acuerdos se ve en la obligación de suspender el servicio”.

Desde mayo de 2005, Velásquez no tiene energía en su negocio y para tener el servicio lo ha reconectado. Así lo reconoce su abogado. “Pagando una cuota mensual a los contratistas que vienen a suspender el servicio pero eso es entre comillas porque ellos no vienen a suspender sino a cobrar 30, 50, 80 o 100 mil pesos con el fin de ellos sostenerse y no suspender el servicio”.

Sin embargo, Codensa dijo que desconoce si algunos de sus funcionarios han recibido dinero para la reconexión del servicio. Lo cierto es que sí le está cobrando el consumo y los intereses de energía desde 2005 a pesar que está notificado que el predio de Velásquez carece del servicio. “Y me siguieron cortando la luz cada quince días, cada veinte días”.

Para que la deuda no siga creciendo, Velásquez le otra propuso a Codensa: “Y se le ha pedido el favor a Codensa, muy comedidamente, que nos manden un recibo por el consumo mensual para ir cancelando, por lo menos lo que se va consumiendo, mientras el proceso sigue”. Pero esto le respondió: “Le informamos que no es procedente acceder a su solicitud de expedir una factura provisional, ya que la deuda a la fecha se encuentra correcta”.

Mientras se define si la empresa de energía recibe los 30 millones de pesos que Velásquez ofreció, el señor continuará sin el servicio de energía y a punto de cumplir 16 años con la luz a medias.