Un parqueadero en medio del trancón resolvió dedicarse al negocio de los peajes

Desde hace seis meses un parqueadero en el norte de Bogotá resolvió abrir sus puertas al negocio de la movilidad. Ahora tiene el servicio que se podría denominar como un peaje, porque por pasar de un lado a otro estableció una tarifa de 2 mil pesos.

Aunque no hay ningún anuncio del servicio, los empleados están prestos a responder afirmativamente frente a la primera insinuación. Se trata de hacer la transacción lo más rápido posible.

Noticias Uno pasó por el parqueadero-peaje y aceptó el cobro. La alcaldía local de Chapinero supo del nuevo peaje en la localidad cuando llamamos para preguntar.

Hernando Quintero, Alcalde local de Chapinero, afirmó que inmediatamente se comunicó con el inspector de policía “y este hizo el control correspondiente para este cobro indebido, el grabo las evidencias, tiene toda la muestra de que si están haciendo este cobro”.

La administración del parqueadero argumenta que sólo accedió a un clamor de las víctimas del trancón.

Fernando Dueñas, director jurídico de Parking Internacional, dijo que “en cuanto a ese punto de manera específica las necesidades que la ciudadanía nos ha expresado es que el tráfico pesado en esa intersección de la ciudad hace que se pueda pasar de una puerta a la otra dentro de ese parqueadero”.

Pero su documentación no es la de un peaje.

“No están utilizando el predio como está establecido que es la prestación de un servicio de parqueo que deberían cobrar el tiempo que el vehículo dura en el predio por la prestación de este servicio de parqueadero”, afirmó Quintero.

Según la descripción del abogado el cobro se justifica por la inversión vial: “Por lo tanto se ha construido una servidumbre de transito que es onerosa, no está regulada en materia de tarifas y por lo tanto la empresa ha tomado la decisión de que quien ingrese y no estacione puede pasar al otro lado pagando la cifra que estamos cobrando en este momento”.

La concesión vial auto-adjudicada estaría además en situación irregular frente a la administración de impuestos.

Pero a ninguno de los vehículos que vio pasar la cámara se le entregó o se le ofreció la factura.