Top Secret: La mano “castrochavista”

La identidad de otro involucrado en Odebrecht

Una bomba noticiosa soltó la revista Semana en la edición que empezó a circular hace unas horas, con relación al escándalo Odebrecht y a un exministro del expresidente Álvaro Uribe Vélez, muy cercano a este…

Más adelante, la revista reveló el nombre del alto funcionario involucrado con Odebrecht:

La imagen a la que se refiere Semana en que Arias aparece en una reunión junto a Uribe y Marcelo Odebrecht, fue descubierta hace siete meses por Noticias Uno cuando encontramos en el archivo de la Casa de Nariño, que el entonces presidente de la República recibió al propietario de la multinacional, poco antes de que su gobierno le adjudicara la construcción de la megaautopista Ruta del Sol II, por la que se pagaron 6 y medio millones de dólares en sobornos.

Como respuesta a nuestra información, el expresidente dijo que esa visita hacía parte de su agenda para promover la “confianza inversionista” de las empresas extranjeras. Y por eso, según él, se explica que estuvieran allí varios de sus subalternos, entre otros, el exviceministro Gabriel García Morales, preso y confeso receptor de los sobornos.

Sin embargo, no explicó por qué en la misma reunión estaba Andrés Felipe Arias que había renunciado seis meses antes al ministerio de Agricultura

Arias, hoy refugiado en Miami y condenado a 17 años de prisión por otros contratos, los de Agro Ingreso Seguro, no respondió nada sobre estas reveladoras imágenes. Veremos si lo hace ahora con lo que aseguraron los confidenciales de la revista Semana.

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Mano castrochavista

Durante la reinauguración de una de las joyas arquitectónicas y artísticas más importantes de nuestra historia, el Museo Colonial, la directora María Constanza Toquica le pidió al presidente que estampara unas frases en el tablero que tenía al frente.

Lo primero que se hizo notorio cuando el jefe de Estado inició su tarea, fue que era zurdo.

La segunda característica es que el mandatario no maneja muy bien la tiza y que, como consecuencia, su letra es bastante patoja o, mejor dicho, un poquito fea.

Cuando estampó su firma al final del espacio disponible, su letra fue todavía más insegura, tal vez por la incómoda posición en que se encontraba. Ni siquiera los miles de documentos que tiene que legalizar con su nombre todos los días, le han servido como entrenamiento eficaz. En la solemne ceremonia de reinauguración del Museo no había uribistas ni ordoñistas. Si no, habrían protestado porque el presidente escribió con la mano izquierda a la que no habrían dudado en ponerle el calificativo de mano castrochavista.

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Estrategias divertidas

Las imágenes de guerrilleros de las Farc, armados y en pie de guerra, pertenecen, ya, al pasado. Ahora, en su etapa modernización y reintegración social, están concentrados en lanzar su nuevo partido político. En su sitio de Twitter, anuncian la fecha del primero de septiembre como el día de su paso definitivo a la política legal.

“El 1 de septiembre estaremos lanzando públicamente el nuevo movimiento político” @Carlozada_FARC.https://t.co/Bh92gAhGzm pic.twitter.com/Qw6V5z4Rl0

— FARC-EP (@FARC_EPueblo) 5 de agosto de 2017

Asi será el #NuevoPartido que abrazará y representará a todos los sectores de la sociedad. Nuestro deber es la paz.https://t.co/Bh92gAhGzm pic.twitter.com/mWS8YO1m2O

— FARC-EP (@FARC_EPueblo) 5 de agosto de 2017

Pero, entre el ajetreo que les implica la organización de su movimiento y su lanzamiento para dentro de poco más de 20 días, los exguerrilleros sacan tiempo para la diversión. En un trino, se ve la foto de un bebé sentado al lado de un balón gigantesco, los dos, balón y niño, encima de una mesa. Arriba se lee algo un poco insólito para ser de antiguos guerreros:

Para este fin de semana tenemos un juego.
¿Quién puede adivinar cuál de los integrantes del Secretariado de las @FARC_EPueblo fue este bebé? pic.twitter.com/wzeswbQGZ3

— FARC-EP (@FARC_EPueblo) 5 de agosto de 2017

Nos adelantamos al acertijo y encontramos que la cara del niño se parece mucho a la de Timochenko, regordeta y sonriente, como suele estar el jefe de esa agrupación desde cuando firmó la paz. Al parecer, los exguerrilleros aprenden rápido sobre estrategias políticas porque el jueguito puede ser un vehículo publicitario muy ingenioso.