¿Cómo superar el fracaso evitando que sea un impedimento en nuestro día a día?
El fracaso es parte de la vida y debe saberse tratar para evitar que se vuelva un impedimento del día a día.
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Según un psicólogo, la formación del cerebro comienza en las primeras etapas de la niñez y la adolescencia. Es decir, si desde el principio se enseña que los fracasos deben superarse, se sienta una base sólida sobre cómo manejar las derrotas. Sin embargo, en algunas familias ocurre lo contrario: se inculca la idea de que nunca se debe fallar, como si equivocarse no fuera parte inherente del ser humano.
En cuanto al manejo del ego, el psicólogo afirma que este puede verse como una oportunidad para el cambio. “El paso del ego es superar el obstáculo”, expresa, señalando que el egocentrismo es un impedimento para acercarse a los objetivos, ya que no permite aprender de las derrotas.
El experto subraya que la educación desde la infancia es clave para moldear la manera en que se enfrenta la vida, y aprender a tratar los fracasos es fundamental para el desarrollo personal.
Consecuencias de no superar derrotas
No asimilar las derrotas puede tener profundas repercusiones en aspectos de la vida personal y profesional. Las personas que no logran aceptar sus fracasos suelen experimentar una acumulación de frustración, lo que impacta negativamente en su bienestar emocional.
Además, no aprender de las derrotas significa perder oportunidades valiosas para el crecimiento personal. Los fracasos, cuando se asimilan adecuadamente, permiten identificar áreas de mejora, pero al negarlos o ignorarlos, se corre el riesgo de repetir los mismos errores una y otra vez.
Finalmente, las relaciones sociales también se ven afectadas. Las personas que no aceptan sus derrotas tienden a culpar a otros por sus errores, lo que puede generar conflictos en sus interacciones.