¿Libertad o caos? Así son los parques con personas consumiendo sustancias alucinógenas
La sociedad se encuentra en un debate sobre cómo abordar la problemática de las drogas de manera equilibrada y efectiva.
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El decreto que buscaba decomisar drogas en las calles ha generado controversia en Colombia. La medida original tenía como objetivo combatir a los “jíbaros” para asegurar entornos seguros, sin criminalizar a los consumidores. Sin embargo, con la nueva medida, propuesta por Petro, que evita la demonización de las sustancias, algunos consideran que se favorece a los delincuentes.
En contraste, señalan que en Colombia el porte y consumo de dosis mínima son legales y respaldados por la Constitución. Aclaran que las prohibiciones se centran en la comercialización y producción, que permanecen vigentes tras la derogatoria. Además, destacan que la derogación no afecta las restricciones en espacios públicos, parques y centros educativos, según dictaminó la Corte Constitucional.
La polémica persiste entre quienes consideran que la derogación debilita las herramientas policiales contra el micrográfico y aquellos que defienden la legalidad del porte y consumo personal. La sociedad se encuentra en un debate sobre cómo abordar la problemática de las drogas de manera equilibrada y efectiva.
