“Uno cierra los ojos y espera que se acabe rápido”: testimonio de prostituta en Medellín
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La prostitución en Medellín es un tema complejo y multifacético que involucra aspectos sociales, económicos y legales. Al igual que otras ciudades colombianas, enfrenta desafíos relacionados con la prostitución, que está influenciada por factores como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades laborales.
Y es que en las calles que alguna vez fueron seguras y amables para los residentes y los turistas, ahora se han convertido en escenarios de fiesta, drogas, prostitución y desorden.
Sin Carreta recorrió las calles de Provenza, uno de los lugares más visitados de Medellín y la realidad es sorprendente. El Parque Lleras y su fiesta tiene dos caras; una peligrosa y aterradora mezcla.
En plena vía pública, las trabajadoras sexuales se ubican en puntos estratégicos para atraer a sus clientes, en su mayoría extranjeros, quienes pagan altas sumas en dólares.
“Muchas de las mujeres empiezan a consumir porque ejercen el trabajo sexual, ya que para muchas es incómodo estar con una persona y otra sin sentir nada por esa persona, ni saber de dónde viene”, dijo Melany Colmenares, trabajadora sexual. “Tú cierras los ojos y esperas que se acabe rápido”, añadió.
“Una hora puede valer, normalmente, 100 dólares”, aseguró Susana Sánchez, una chica trans.
