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Puentes que colapsan en Colombia: tragedias evitables y el alto costo de la negligencia

#SinCarreta | La vida de personas como doña Julieta Ramírez y las víctimas del puente en Barranquilla no deben ser en vano; deben servir como un llamado de atención para que se tomen acciones concretas y se evite que más familias colombianas sufran pérdidas innecesarias.

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En Bogotá y Barranquilla, los puentes peatonales y vehiculares están en estado crítico, representando un peligro constante para los ciudadanos. La reciente caída de una señora en Bogotá y la muerte de cuatro personas en Barranquilla destacan una crisis que urge ser atendida.

Doña Julieta Ramírez, una mujer mayor de Bogotá, cayó desde una altura de cuatro metros desde el puente peatonal Getsemaní en el barrio Bernardino. Actualmente se encuentra hospitalizada con un trauma de columna. Este incidente no es aislado; los habitantes de los barrios Bernardino y El Remanso en la localidad de Bosa enfrentan a diario la travesía por puentes en condiciones deplorables.

En Barranquilla, la situación es igualmente alarmante. Hace poco, un puente vehicular entre Barranquilla y Soledad colapsó, resultando en la trágica muerte de cuatro personas. Afortunadamente, Jonatan Gallo, quien cayó de más de cuatro metros desde un puente, milagrosamente sobrevivió y compartió su impresionante testimonio sobre la negligencia en el mantenimiento de estas infraestructuras.

¿Por qué no les hacen mantenimiento a los puentes?

La respuesta a esta pregunta es aterradora. La falta de mantenimiento en los puentes de Colombia no solo pone en riesgo la vida de los ciudadanos, sino que también refleja un alarmante desprecio por la seguridad pública. A menudo, los presupuestos destinados a la infraestructura son desviados o insuficientes, y las inspecciones de seguridad son esporádicas y deficientes.

El ahorro de dinero a costa de la calidad de los materiales y la construcción defectuosa son prácticas comunes. Esta negligencia no solo resulta en tragedias, sino que también subraya la urgente necesidad de una revisión exhaustiva y transparente de los procesos de mantenimiento y construcción de puentes en todo el país.

Los habitantes de Bogotá y Barranquilla, así como de muchas otras ciudades colombianas, viven con el temor constante de que el próximo puente que atraviesen pueda ser el escenario de otra tragedia. Es fundamental que las autoridades tomen medidas inmediatas y efectivas para garantizar la seguridad de las infraestructuras y prevenir más pérdidas humanas.

La crisis de los puentes en Colombia es un problema urgente que requiere atención inmediata. La seguridad de los ciudadanos debe ser una prioridad, y es imperativo que se implementen medidas de mantenimiento adecuadas para evitar más tragedias. La vida de personas como doña Julieta Ramírez y las víctimas del puente en Barranquilla no deben ser en vano; deben servir como un llamado de atención para que se tomen acciones concretas y se evite que más familias colombianas sufran pérdidas innecesarias.

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